HOY NO SOY YO MISMA

Este día tuve que elegir tres características mías y hacer que la gente viera justo lo contrario a ellas. 
Yo elegí mi malísimo humor, mi desorden y mi gran despiste lo que hice fue ser la mas agradable con la gente, la mas ordenada y limpia y la más atenta de todos, o al menos esto intenté. 
Mis padres y mis mejores amigas fueron los más sorprendidos(sobre todo mis padres) o, mas bien, asustados, ya que en lugar de darles una mala contestacion o una mala cara, les sonreía o les contestaba con un tono bastante agradable, lo cual muchas veces me producía la sensacion de que iba a explotar de un momento a otro, ya que era como si todo me molestara mas de lo normal, y no podia poner mala cara frente a ello.
Lo que si fue para bien fue el orden ya que mis dos dormitorios quedaron bastante bien ordenados y estuve mucho mas atenta a todo, lo cual fue bastante bueno para mi.
Al final del dia, cuando terminé la actividad, les conté a todos el por qué de mi tan distinto comportamiento y todos rieron ya que les parecia bastante raro todo.
Eso si, yo no me sentía yo misma en absoluto.

Comentario a un artículo.

En este escrito hago un comentario a Laura Galindo sobre su artículo llamado "Más recuerdos que vergüenzas".

Cuando leí este artículo lo primero que pensé es que estaba totalmente de acuerdo con ella en cuanto a su opinión hacia el vestuario. Tal vez esto es porque al igual que ella, yo también tuve uniforme en su día (y, de hecho ambas estábamos en el mismo colegio y clase), o tal vez porque simplemente tiene razón en que la gente se preocupa demasiado en su aspecto, no lo se, el caso es que comparto su opinión.
La verdad es que yo hecho mucho de menos el llevar mi uniforme puesto, y se hace bastante raro pasar por delante de Las Carmelitas vestida de particular, recuerdo mi primer día de instituto en Santo Domingo, lo recuerdo como un día algo bastante extraño. Había quedado media hora antes con mi compañera de clase y ex-compañera de las Carmelitas Ángela Selma para ir juntas. Esa mañana, lo primero que hice al despertarme, solo por inercia, fue coger mi antiguo uniforme, a lo que mi madre preguntó ¿ Lola que haces? y yo inmediatamente me eché reí y cambie el uniforme por unos vaqueros rosas y una camiseta básica blanca, se me hizo muy extraño. Aquellos 13 años en aquel edificio de al lado como decía Laura, se habían pasado volando, y me di cuenta de ello el 17 de septiembre de 2013, hablándolo con mis madre y tras mi error con la vestimenta (a pesar de que a mi se me hicieran eternos) ahora lo hecho de menos, yo, me crié allí.
También coincido con  Laura en una parte en la que dice "TODOS nos ponemos lo primero que pillamos, pero es mentira". Ella piensa que es mentira porque lo hacemos según el estado de ánimo, o así lo entendí yo. Pero yo pienso que en realidad no es lo primero que pillamos ya en en realidad, nos pasamos mínimo una hora meditando delante del ropero o armario mirando toda nuestra ropa para elegir qué ponernos al día siguiente. A mi eso solo me duro el primer mes, me preocupaba el hecho de repetir modelito. Eso cambió cuando me di cuenta de que la gente no parecía importarle eso demasiado, así que decidí relajarme y me di cuenta de que hay cosas mas importantes que no repetir modelito.
En fin, no tengo nada mas que comentar, solo decir por último, que me ha parecido muy interesante su artículo y más aún que este tratara sobre este tema superficial y reflejara en él nuestro antiguo colegio, un gran colegio.